
21 Oct Vinario, la bodega de Félix Lanz
Vinario, es la bodega de Félix Lanz creada para que ocurran experiencias sensacionales
Orquestado por Félix Lanz, Vinario tiene por objeto la difusión indiscriminada de los valores del vino. Olores, sabores, maridajes y origen. Nada se escapa al interés de este apasionado por el vino.
Félix está tan enamorado del vino, como de su difusión. Este amor por la comunicación es lo que lo ha llevado a montar Vinario, que es tienda de vinos, pero también escuela, cata, tienda online, bodega…
Año: 2022
Lugar: Calle Canillas 93, Madrid, España.
Área: 82 m2
Cliente: Vinario
Proyecto, dirección de obra: Arquitectura Invisible
Fotografías: Federica Dattilo
Lo primero que encontramos en vinario es un espacio abarrotado de vinos y de uso muy fácil. Al entrar, somos inmediatamente envueltos por un mundo de vidrios teñidos y etiquetas. Podría decirse que el revestimiento de paredes y techos son las propias botellas de vino. Meticulosamente ordenadas en estanterías, estructuras colgantes y mesas, rezuman, sin embargo, con tanta densidad de botellas a algo de batiburrillo con encanto.
Porque el vino, a pesar de provenir de un mundo escrupulosamente sistemático, sigue teniendo mucho de artesanal, por lo que trae consigo una atractiva sensación de exclusividad y misterio.
Esencia
Lo más importante y características de Vinario es sin duda el vino. Pero el vino es el resultado de un proceso, que nada sería si no fuera porque hay una tierra que nutre una planta y un cielo que la riega. Lo que inspira este proyecto es la naturaleza que envuelve a la vid. En su parte inferior, la tierra; en la superior, el cielo.
De la tierra nos quedamos con sus materiales y colores. Su naturaleza tectónica, masiva y pesada. Para ello se ha generado un almacenamiento mediante una cuadrícula de rasillones de barro cocido, dando la materialidad y textura térrea a este elemento.
Del cielo, su inmaterialidad, liviandad y transparencia. A modo de emparrado, la luz atraviesa las estructuras de acero ligeras colgantes del techo, generando una atmósfera ligera aun siendo ésta una estantería /almacén.
Bodega
Además, en su planta inferior, nos encontramos con unas tinajas cerámicas antiguas, casi escondidas, que ya estaban en el local antes de que llegáramos, como si hubieran presentido que Vinario pondría en valor su historia, y con ella, los procesos invisibles que se esconden detrás de la elaboración del vino.
Quien quiera conocer el verdadero espíritu de Vinario, ha de descender a lo profundo, ya que aquí tanto la envolvente, oscura; como los materiales, en bruto; y la iluminación, escenográfica; buscan resaltar con expresividad su esencia.
Sofisticado
En Vinario la exclusividad viene de la mano de una buena materia prima que no se traduce únicamente en una buena copa de vino, sino en una experiencia holística.
El espacio que acoge esta experiencia busca ser coherente con ella. Las materias primas que le dan forma provienen, como el vino, de la tierra, del sol, del aire. La cerámica conforma estanterías y mesas; la madera sirve de sobre para las mesas.
La Iluminación
La iluminación es siempre absolutamente clave. Un espacio noble mal iluminado termina por ser vulgar. Un espacio vulgar bien iluminado trasluce dignidad.
La iluminación tiene un carácter escenográfico, buscando iluminar bien el producto, pero también generar emociones que acompañen satisfactoriamente los recorridos, las conversaciones, las catas. Buscando claros y oscuros que potencien aquello que se quiere potenciar: los materiales y las escenas, el cuidado por el detalle, ciertos matices.
Democrático
Saber apreciar lo que es bueno no es cuestión de dinero, sino de conocimiento. La cultura del vino Félix la comunica indiscriminada y eficazmente, sin remilgos. Emplea un tono de comunicación accesible y muy directo.
El local se organiza en consonancia. Con su organización sencilla, ordenada y fácil, cualquiera podría recorrer Vinario, pudiendo apreciar y reconocer los valores esenciales que encierra la cultura del vino.